Droga parafernalia

¿Es el Kratom droga? Verdades y falsedades vertidas desde el sensacionalismo

Aunque mayormente desconocida, el Kratom es una planta que va poco a poco dándose a conocer. El primer contacto que tiene el público general con el Kratom es a través de los medios de comunicación, y nos encontramos con estos no hacen muchas veces su labor.

Bien por desconocimiento, bien por seguir una linea editorial, bien porque el sensacionalismo vende, nos encontramos datos y afirmaciones sesgadas o erróneas, que generan dudas o rechazo hacia esta planta. Con este artículo, queremos responder de la forma más imparcial posible las principales preguntas que surgen cuando un público no versado en plantas psicoactivas o farmacología descubre la existencia del Kratom: ¿Es el Kratom droga?¿Dura o blanda? ¿Efectiva?¿Peligrosa?

Kratom droga

Sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno.

Esta es la segunda acepción de la palabra droga según la RAE. El Kratom encaja perfectamente con esta definición, por lo que es una droga. También lo es el café (la cafeína es el psicoactivo más consumido del mundo), sin embargo, los medios al hablar del café no usan el término droga por tu carga peyorativa.

Así, siendo estrictamente cierto, muchos medios tratan de influenciar al lector escogiendo cuidadosamente las palabras que usan. Las palabras «droga» o «planta medicinal» provocan reacciones opuestas en la gente.

¿Droga dura o blanda?

Los conceptos de droga dura o blanda tienen un problema: son arbitrarios. No hay una definición clara que delimite la diferencia entre un tipo de droga u otro. Según algunas definiciones propuestas, la cafeína podría caer dentro del saco de las drogas duras, cosa que carece de fundamento en comparación con otras sustancias.

¿El Kratom es ineficaz?

El Kratom es una planta con potencial terapéutico para tratar diversos trastornos:

Para asegurar que un fármaco o una planta es eficaz tratando una dolencia, se requiere un ensayo clínico. Estos ensayos se realizan en humanos, dónde los sujetos de estudio se dividen en dos grupos o más: uno toma la sustancia a una dosis pautada, y el otro un placebo. Se evalúan los resultados y se analizan para saber si hay una diferencia estadísticamente significativa: si la sustancia administrada tiene un efecto superior al placebo, es efectiva.

Por desgracia, no tenemos ensayos clínicos en humanos, por lo que no podemos afirmar la eficacia del Kratom para tratar estas patologías, pero tampoco refutarlas. Esto último es lo que hizo la prestigiosa Mayo Clinic, haciendo una afirmación de muy amplio espectro: calificaba al Kratom de inseguro e ineficaz, una afirmación que como ya hemos visto, no tiene una base científica sólida.

Sus efectos analgésicos han sido hasta el momento los más estudiados, si bien la mayor parte de la evidencia a favor disponible proviene de ensayos en animales. El mecanismo de acción de la mitraginina la hace más segura que otros analgésicos opioides clásicos, lo que abre la puerta al desarrollo de fármacos más seguros.

¿Es inseguro?

No hay fármaco ni planta medicinal que sea segura a cualquier dosis, en cualquier circunstancia para cualquier persona.

El consumo de Kratom conlleva unos riesgos asociados, y desde Kationickratom los damos a conocer para que los consumidores puedan adoptar prácticas de reducción de riesgos. Algunos de esos riesgos son:

Sin embargo, el perfil farmacológico del Kratom es mucho más benigno que el de los opiáceos clásicos: el agonismo parcial y sesgado de la mitraginina reduce el riesgo y magnitud de la dependencia, así como de la depresión respiratoria.

Por ende, el riesgo de sobredosis letal (sin consumo asociado a otras drogas o fármaco) es muy bajo y el margen terapéutico es presumiblemente mucho mayor. Respecto a la seguridad del Kratom y pautas para un consumo más seguro, tenemos un artículo más completo.

¿El Kratom es tan adictivo como la heroína?

Debido a su mecanismo de acción, se puede desarrollar adicción física y psicológica al Kratom, así como tolerancia.

Paradójicamente, el Kratom es usado para tratar la dependencia a opiáceos. Esto se debe a que tiene un perfil más benigno que los opiáceos clásicos, siendo un salvavidas en medio de la epidemia de fentanilo en EEUU. El Kratom actúa como un agonista parcial y sesgado en el receptor mu, con lo cual no puede desplegar los efectos de los opioides más potentes, que desembocan en tolerancia, dependencia y riesgo de sobredosis.

Esta gráfica muestra como la mitraginina es un agonista parcial del receptor mu
La mitraginina, el principal alcaloide del Kratom, es un agonista mu parcial. No se comporta como otros opiáceos, a pesar de que algunos medios venden en Kratom como una planta tan adictiva como la heroína.

Además, pese a la falta de regulación, la industria del Kratom está tomando cartas en el asunto para hacer del Kratom una planta más segura. Y una de ellas es vender solo Kratom con una muy baja concentración de 7-hidroximitraginina (muchas veces indetectable en los procedimiento analíticos clásicos). De esta forma, los consumidores obtienen un producto más seguro y mucho menos adictivo.

Al ser de origen natural, ¿es más seguro que cualquier droga sintética?

Eso es una falacia, concretamente la falacia de apelación a la naturaleza o argumentum ad naturam.

La naturaleza está llena de venenos letales a muy bajas dosis, mientras que existen fármacos con un gran margen terapéutico. Si bien el Kratom parece ser muy seguro a dosis moderadas y con un gran margen terapéutico, estas propiedades no se deben simplemente a su origen.

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